Por qué no utilizo WhatsApp con mis clientes

Medios de comunicación

Si el WhatsApp es un buen programa o no, es un tema que tengo superado desde hace muchos años cuando utilizaba BBM y declaraba sus bondades. Hoy en día decir que es mucho peor que X o Y, que su seguridad no es tal o cual o nos espían… como ya he dicho, es un tema superado.

Puedo estar de acuerdo o en contra de muchos argumentos, pero también es cierto que Signal (por decir uno al azar) puede ser una maravilla, pero si solo lo tengo yo y otro friki que conocí en la International Security Conference de Las Vegas (en la que no estuve), pues de poco me va a servir.

Después también están los que me dicen que no usan WhatsApp porque nos espían, y acto seguido, espera que voy a subir un Tik Tok sobre esto…

Pero de lo que quería dejar constancia aquí es de que no utilizo WhatsApp para el trabajo. Como lo tiene todo el mundo, es lo que uso con familia y amigos y prefiero no mezclar la conversación con mi primo y con el cliente de la venta de productos veterinarios.

¿Qué empleo para el trabajo?

El correo electrónico.

Podría acabar aquí esta entrada, pero ni soy tan radical ni es oro todo lo que reluce, spoiler, utilizo WhatsApp con algún cliente.

Para mí, la principal vía de comunicación con el cliente es el correo electrónico. Asíncrono, queda constancia de todo, lo puedo filtrar, indexar, buscar, almacenar archivos, incluso darle una mejor gestión con Streak y muchas otras bondades. Aunque para mí el inbox cero no existe, más bien con dos o tres ceros y algún que otro numerito.

Pero a veces es necesario contar algo más directamente al cliente. Si es algo que le tengo que mostrar, grabo vídeos y se los envío con enlace en el mail, para eso, empleo Berrycast (con el enlace anterior obtendrás un 20 % de descuento si te interesa), sobre un subdominio mío (hay que mantener marca). Esto siempre es más rápido que un Zoom.

Si tiene que haber interacción entre ambas partes, concierto una reunión de Zoom (o Google Meet), que suelo grabar y después le envío enlace del vídeo al cliente (que previamente subo a Berrycast, hay que seguir manteniendo la marca).

El teléfono

No tengo problema en utilizar el teléfono en una cita concertada, igual que Zoom, pero ya agendada. Prefiero la videoconferencia porque además de vernos ambos, le puedo mostrar mi pantalla al cliente o ver la suya, lo que en la mayoría de las ocasiones es muy útil.

Sin embargo, si no está agendada la cita telefónica, en la mayoría de los casos no voy a coger el teléfono. Eso es debido a qué o bien no lo tengo conmigo en el despacho o está silenciado. El mail, WhatsApp, Slack, Discord y Telegram (del que hablaré ahora) los tengo disponibles en el ordenador y silenciados o no según el momento.

Si atendiese a todas las llamadas, no podría programar, atender a las reuniones concertadas o lo que tenga que hacer. Para eso tengo una serie de números de teléfono en favoritos que si me van a sonar aunque esté en modo no molestar (mi mujer, mi hija y poco más). Y ya que las llamadas telefónicas suelen ser agendadas, normalmente suelen ser videollamadas.

En mis facturas va el número de teléfono, por lo que el cliente me puede localizar o incluso contactarme por WhatsApp, las malas noticias son que si no hemos quedado en eso, no voy a responder, por lo dicho anteriormente.

Algún cliente con el que llevo tiempo y sé que solo me escribirá en casos excepcionales, si le he respondido por WhatsApp (spoiler previo), aunque solo recibo uno o dos mensajes de su parte al año, en horario y días muy correctos y por causas justificadas, pero esto son las excepciones.

Telegram

Si el cliente tiene un plan de mantenimiento Plata o superior conmigo, también me puede contactar por Telegram, en realidad puede contactarme todo el mundo, otro tema es que los atienda por este medio y no los derive al correo electrónico.

Telegram es similar a WhatsApp, bueno, yo creo que muy superior. Me permite tenerlo abierto en varios dispositivos a la vez, crear carpetas como por ejemplo la de clientes que puedo atender en todo momento sin prestar atención a otros chats, incorporar bots de avisos de por ejemplo uptime y fallos de sitios web, entre otras muchas características. Y además no tengo que dar mi número de teléfono, llega con mi usuario @CarlosLongarela

Telegram y David Viña
Iba a dejar solamente la parte de la izquierda, pero donde va a parar, luce mucho mejor con el grupo de la WordCamp Pontevedra y con el fantástico David Viña 😉

En algunos proyectos utilizo otros sistemas para la comunicación, ya sea Asana, Trello, Blue u otros diferentes.

Por las mañanas realizo tareas de formación y asuntos particulares (que también tengo una vida), por lo que no atiendo al teléfono. También descanso, que trabajar en otra franja horaria hasta altas horas de la mañana, necesita de sus horas de recuperación (yo no soy de esos que dicen que duermen cinco horas cada día). Nunca, NUNCA, concierto videollamadas en las mañanas, pero siempre miro el correo electrónico y la carpeta de clientes y atenderé los problemas de una web debido a un aviso del sistema automático casi siempre antes de que el cliente se percate del problema.

Cada profesional tiene su sistema, ni mejor ni peor, el que le funciona a cada uno es el adecuado para él. Yo no me cierro a ninguna opción, pero evidentemente marco mis vías de comunicación y me adapto dentro de una lógica. Creo que mi siguiente paso, quizás lo haga ahora mismo, será quitar mi número de teléfono de las facturas (Actualización 4/7/2022: número de teléfono eliminado las facturas).

¿Me comentas qué es lo que mejor te funciona a ti?

¿Trabajas más de mañana, de tarde o de noche?

¿Te comunicas con el cliente por correo postal o mediante NFC? ¿Por Tam-Tam?

2 comentarios en «Por qué no utilizo WhatsApp con mis clientes»

  1. Hola Carlos,

    Siempre interesante este tema. Me interesa mucho saber cómo trabajan otros profesionales de mi sector. Da ideas y te hace replantearte cosas, algo que a veces es complicado que afronte uno mismo.

    En mi caso tampoco utilizo ni WhatsApp ni hablo por teléfono con los clientes (salvo que, en este último caso, sea estrictamente necesario por algún asunto urgente). Procuro determinar la mejor manera de contacto siempre antes de comenzar, para que después no haya malos entendidos. El correo electrónico es comodísimo para nuestro trabajo: respondes cuando puedes/quieres, todo queda escrito evitando los incómodos «yo-no-dije-eso» o «no-fue-eso-lo-que-te-pedí», te permite organizarte muy bien…

    Sobre el trabajo en sí, yo alterno. No tengo horarios fijos, sino que me voy adaptando en función de las circunstancias de cada día y semana. Al final, como muy bien dices, es cuestión del método, horario o manera que a cada cual le funcione mejor.

    Gracias por el tema. Muy interesante y enriquecedor. ¡Saludos!

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    • Gracias a ti por tus comentarios Chema. Es cierto que cada uno tiene que encontrar sus propios métodos, horarios y herramientas, no hay ni verdades absolutas ni métodos que funcionen igual para todo el mundo.

      Saludos.

      Responder

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